Sexto Sentido, de M Night Shyamalan

Sin lugar a dudas uno de los finales más comentados del séptimo arte, donde realidad y fantasía se vuelven tan delgados como la vida y la muerte.

En un impecable thriller, M. Nigth Shymalan retrata la idea de las cuentas pendientes, de resolver un crimen y de salvar una vida. La frase de “veo gente muerta” nos pone en el perfil de un chico que tiene que aprender a lidiar con un don que nunca deseó y que no puede manejar y un escéptico hombre de ciencia deberá ayudarlo en este camino.

La historia tiene un truco narrativo interesante al ser lineal vectorial pero simular un flashback. En esta postura se apoya el giro argumental del final de la película que tan bien funciona. Nos presenta a un psicólogo que tiene un matrimonio feliz y hasta se considera exitoso, hasta que uno de sus pacientes se presenta para explicar que muchas veces las pruebas científicas falsean la realidad de lo que está más allá. Así es como decide tomar un caso similar en otro chico para, de alguna manera, poder sentirse útil. Es darse una segunda oportunidad.

Los opuestos se encuentran en toda la película, el miedo frente a la aceptación, el amor frente a la destrucción, la soledad versus el estar acompañado por un alma en pena igual que uno mismo. Los personajes principales, así, se inyectan vida entre ellos y van formando una tierna historia que promete dejarte boquiabierto todas las veces.

Otra de las grandes virtudes de la película es una cuidada fotografía en la que cada espacio se convierte en solemne y uno va transitando lentamente por ella por miedo a perderse algún indicio.