El cine es un espacio de identificación, de educación, de industria y de arte. Y todo eso, está dentro de este blog.

sábado, 9 de enero de 2016

El club de la pelea, de David Fincher



El que te cuenta el final de esta película merece ser descastado. La primera regla del Club de la Pelea es que no se habla del Club de la Pelea. Sólo te voy a contar algunas cosas de por qué tenés que verla: porque todos en algún momento de nuestra vida quisimos ver al mundo en llamas y esto es lo más parecido a eso. 

David Fincher tiene un ojo indiscutible para mostrar siempre con una luz dura y una fotografía en general gélida, lo peor de la raza humana. Su lado oscuro tiene esos matices íntimos y laberínticos que nos hace amar a sus villanos tanto como a sus protagonistas. Y es que la división entre ambos no siempre es tan clara.


Esta es la historia de un hombre que conoce a Tyler Durden cuando estaba aburrido, hastiado e insomne y necesita encontrar un mejor curso para su vida. Decide que si todo es caos, él será el conjunto de ellos porque se abraza a su excesiva, radical y anómica forma de vida. Querer volver a la vida "real" y "normal" ya no será tan sencillo.

Un enorme, más grande que la vida, Norton, con sus monólogos que nos encantan, su personalidad extrema, que se enfrenta a todo el carisma y poder de Brad Pitt. La escena se completa con Helena Bonham Carter, que sin dudas siempre parece estar a un tris del abismo y que para nuestros planos aberrantes, sus pelos parados y su eterna cortina de humo no pueden hacer de esto, una escena mejor pensada.


No hables del Club de la Pelea. Pero miralo. Es la mejor forma de vivirlo sin daños colaterales. 



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